"A ti
que me leíste siendo yo, tu voz de nadie,
cara ausente persistente e innombrable,
fantasma vertical, cervical partido, polvo residual,
mortal aorta que de corte absorbe torpe este papel esparcido,
ventrículo de niebla en una insomnidad de verso despierto,
pálpito risueño, púlpito caido, pálpito dormido,
de latido incierto,...
palma de destino o plomo desatino
que tiniebla verbal vertebra y llega con su letra enmohecido,
rincón del habla pobre o letra encofre,
caos o catatonía levantada en su pesado mecanismo,
o cual plomizo automatismo
de poleas y poemas,
antropófago de ojos o indigesto vomito de negras letras huecas
ya difuso tango o extravagancia extrema,
pobre cadena, eslabón de los fonemas,
grillete de corriente, rientes ,nacientes, redundantes, o serenas,
... continuidad eterna de mis etcéteras...
A ti
que te aturdí siempre insistente , incesante,
quizás cansino, quizás pedante, arrogante, mezquino o excesivo,
visceral o nigromante,
premisa comprometido,
y aun así sigues conmigo y este persistente estribo
que galopa mi camino,
no te prometo algo mejor que lo ya escrito,
y si quieres deshacerte de esta envuelta de poeta,
que no soy y que no cesa, como el rayo ya escindido,
aún saludan tus lecturas,
tus harturas,
mis locuras ,
que en tus ojos, revividas,
hayan sido."
Rezgo Reis
<--anterior a="a"> Siguiente-->